Si bien el entrenamiento canino CDMX y la socialización pueden tener un gran efecto en el comportamiento de su cachorro, estos estarán actuando en general con las herramientas que la genética les ha dado.
Todo, desde el estrés de los padres hasta las hormonas en el útero, puede cambiar la genética y el cerebro de los cachorros de forma permanente; desafortunadamente, el amor no es suficiente para convertir a un cachorro en un perro con buen comportamiento.
Asimismo, incluso con el mejor entrenamiento disponible en la actualidad, los perros tienen límites genéticos, los cuales pueden cambiar según las condiciones del cuerpo de sus padres.
Uno de los consejos que más escucharán es asumir, antes de elegir a su cachorro, que existen caracteres fijos y genéticos. Esto les ayudará a ser cuidadosos cuando se encuentren buscando al cachorro perfecto para su hogar.
Sin embargo, esto no significa que no se pueda actuar y dar un buen entrenamiento, por lo que con ayuda de profesionales en adiestramiento canino CDMX, es posible que su cachorro se convierta en el perro de sus sueños. Por supuesto, ninguno de los extremos es realmente cierto.
Con lo dicho hasta aquí, se entenderá que las condiciones genéticas no son absolutamente determinantes, ni tampoco las condiciones sociales de entrenamiento.
Sin embargo, es importante considerar que todos los animales tienen niveles de restricciones genéticas (es por eso que no suelen verse sabuesos de raza pastoreando ovejas o chihuahuas que ayuden a los ciegos a caminar por la calle).
Pueden empujar a su perrito a que haga cosas para las que no están determinados genéticamente, pero es probable que se topen con los límites genéticos en su comportamiento.
Ante ello es recomendable acudir con profesionales del comportamiento canino, los cuales les ayudarán a establecer expectativas realistas con respecto a lo que se puede cambiar.